Los constantes avances tecnológicos transforman la forma en que interactuamos con el mundo digital y abren un mundo de oportunidades, pero también dan lugar a nuevas amenazas y desafíos, en especial en lo referido a la seguridad y la protección de datos personales.

Latinoamérica no se queda atrás del resto del mundo en este apartado y se encuentra adoptando las últimas tendencias para garantizar la protección de sus sistemas y usuarios.

A continuación, un repaso sobre las novedades que están llegando a Chile y al resto de la región según lo presentado por expertos en la última edición de RSA Conference (RSAC), el foro mundial más importante para la industria de la ciberseguridad, llevado a cabo en abril pasado en San Francisco, California.

Ciberseguridad: últimas tendencias para Latinoamérica

En sintonía con el furor que se generó en los últimos meses a partir de la irrupción de ChatGPT, la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático son dos de las principales tendencias en ciberseguridad para este año.

Estas tecnologías están siendo ampliamente utilizadas para detectar amenazas, identificar patrones de comportamiento sospechoso y prevenir ataques de la mano de nuevas soluciones que brindan una capa adicional de protección a organizaciones y usuarios.

Otra tendencia en auge es la autenticación multifactor (MFA), que se ha convertido en una de las formas más efectivas de proteger las cuentas y datos en línea. La autenticación multifactor incluye métodos como la autenticación basada en biometría -sin contraseñas-, lo que dificulta el acceso no autorizado a cuentas y sistemas.

Además, con el creciente número de empresas que están migrando a cloud, la seguridad en la nube se ha convertido en una preocupación importante. Esto implica proteger los datos y sistemas almacenados en entornos de nube, asegurando que sean robustos y seguros. Algunas medidas en este sentido son la autenticación sólida, el cifrado de datos y la supervisión constante de las amenazas.

Todas estas tendencias no solo mejoran la detección y respuesta a amenazas, sino que también ayudan a establecer un entorno digital más seguro y confiable para todos.

Avances en la protección de datos personales:

En la era digital actual, la protección de datos se ha convertido en un tema de vital importancia. A medida que las personas comparten cada vez más información personal online, ya sea a través de redes sociales, servicios en la nube o transacciones electrónicas, surge la necesidad de salvaguardar esta información de posibles amenazas y abusos. Organizaciones y usuarios ya pusieron manos en el asunto.

Esto incluye medidas de seguridad más sólidas, como el cifrado de datos, políticas de privacidad claras y el cumplimiento de regulaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés).

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Afortunadamente, en los últimos años hemos presenciado otros avances significativos con la implementación de leyes y regulaciones más estrictas, así como el desarrollo de tecnologías innovadoras que buscan garantizar la privacidad y seguridad de los datos personales de los individuos.

Estos son algunos de los últimos avances en materia de protección de datos personales:

• Encriptación de extremo a extremo: es una técnica de seguridad que protege los datos en tránsito y en reposo mediante la codificación de los datos de manera que solo los usuarios autorizados puedan acceder a ellos.
• Gestión de identidad y acceso: se ocupa de garantizar que solo las personas autorizadas tengan acceso a la información y los recursos adecuados en función de su función y responsabilidades dentro de una organización.
• Anonimización de datos: es una técnica que elimina la información personal identificable de los datos, lo que ayuda a proteger la privacidad de los usuarios. A su vez esto ayuda a las empresas a cumplir con las regulaciones de privacidad de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea y próximamente la ley de protección de datos en Chile, que se espera sea sancionada este año.
• Control de acceso basado en roles: en lugar de asignar derechos de acceso de forma individual a cada usuario, el control de acceso basado en roles permite agrupar usuarios en roles que representan funciones o responsabilidades específicas dentro de una organización. Cada rol tiene asociados ciertos privilegios y permisos que definen las acciones que los usuarios pueden realizar en el sistema.

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